Cada día somos más adictas a
Instagram ¡y ahora todavía más! Os contamos…
Hace unos días publicamos una foto del Bar Tomate (Madrid) con la etiqueta #GrupoTragaluz y resultó ganadora del concurso de San Valentín que había organizado el grupo empresarial. El premio: una cena para dos en cualquiera de sus restaurantes.
Puestos a escoger, decidimos ir a uno de los pocos restaurantes del grupo donde todavía no habíamos tenido el placer de comer. Así que ayer nos fuimos a cenar al Roca Bar del Hotel Omm ¡ESPECTACULAR!
Hace unos días publicamos una foto del Bar Tomate (Madrid) con la etiqueta #GrupoTragaluz y resultó ganadora del concurso de San Valentín que había organizado el grupo empresarial. El premio: una cena para dos en cualquiera de sus restaurantes.
Puestos a escoger, decidimos ir a uno de los pocos restaurantes del grupo donde todavía no habíamos tenido el placer de comer. Así que ayer nos fuimos a cenar al Roca Bar del Hotel Omm ¡ESPECTACULAR!
Fue una gran oportunidad para degustar algunos de los platos más exquisitos de los hermanos Roca (del Celler de Can Roca), que han asumido la dirección gastronómica del nuevo Roca Bar y el renovado Roca Moo.
Ubicado en el mismo lobby del
Hotel Omm, el Roca Bar se ha convertido en el punto de encuentro para gente de
Barcelona y turistas. Empresarios y amigos. Parejas y grupos. Una sala amplia,
luminosa y fresca, perfecta para acudir a cualquier hora del día.
Nosotras
tuvimos la
oportunidad de cenar ¡y no nos podemos quejar de naaada! Entre mesa y
mesa, un
DJ ponía ritmo a la velada mientras una mujer asiática se dedicaba a
cortar
(perfectamente) jamón Joselito. Nosotras no dudamos en pedirnos una
ración
acompañado por pan de coca con tomate. Además, unas chips de alcachofa
con muselina de bergamota y un trio en minihamburguesas (con queso,
cebolla caramelizada
y pepinillo, respectivamente). Todo inmejorable.
De segundo degustamos un par
de platos: salteado de verduras con Jang Coreano y canelón de pularda. Todo ello
acompañado por un vino blanco seco procedente de Navarra muy fresquito.
Y luego… un final dulzón con
un soufflé de chocolate con helado de stracciatella y una tarda de manzana con
helado de vainilla.
A pesar de que era la primera
vez que íbamos a cenar, no era la primera vez que pisábamos el lobby del Hotel
Omm. En otras ocasiones habíamos disfrutado de alguno de sus cócteles como el
gintónic con regaliz ¡muy recomendable!
En esta ocasión no hubo copa
porque al día siguiente tocaba madrugar… pero segurísimo que volveremos en otra
ocasión.
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