En 1986, Jean Louis Dumas, presidente de Hermès, viajó casualmente en el mismo avión que la cantante y actriz inglesa Jane Birkin. El icono de la moca, con su estilo sencillo y desenfadado, sorprendió al empresario con la cesta de paja que llevaba como bolso de mano. Él le preguntó cuál era el motivo por el que llevaba esa cesta en vez de un bolso de viaje. Ella contestó, con toda naturalidad, que no encontraba ningún bolso cómodo donde pudiera meter los biberones de su bebé y que además fuera fácil de abrir.
Juntos decidieron diseñar el Birkin.
Un Hermès Birkin requiere alrededor de cinco semanas de trabajo artesanal. El interior es normalmente de piel de cabra, entonando con el color exterior. Las partes metálicas (llaves, cerrojos, hebillas) son de Paladio, aunque a pedido pueden también diseñarse de oro, rutenio, o otros metales. El cerrojo está cubierto normalmente por el cuero de la cartera, aunque se puede solicitar que sea solo metálico. Un bolso totalmente personalizable, al que incluso se le pueden agregar diamantes a las partes metálicas.
El mítico bolso de la casa Hermés se ha convertido en un objeto de
culto. Su demanda supera el ritmo de producción a pesar de que su precio
ronda los 6.000€ (y puede alcanzar los 30.000€)... La lista de espera para adquirir un Birkin es de (aproximadamente) un año pero, curiosamente, no dejamos de verlo colgado del brazo de nuestras celebrities favoritas... ¿Cuál es tu favorita?
¡¡Para gustos los colores!!
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