Hace unas semanas probamos un
nuevo restaurante (abierto en Septiembre de 2012) llamado KILO Restaurant ubicado en la transitada
calle de Balmes, justo por debajo de Diagonal. De hecho, solemos pasar por esta
zona en moto prácticamente todos los días y desde la primera vez que lo vimos,
nos llamó la atención por su pequeña pero muy coqueta entrada enmarcada con
madera blanca y con grandes pizarras negras a contraste donde tienen varios de
sus platos anunciados e ilustrados con mucha gracia.
Es un buen rincón para una cena tranquila, con tu pareja o en petit comité, el local es pequeñito e invita a pasar un buen rato relajándose y disfrutando de una buena conversación. Al final del local hay una pequeña sala contigua con una mesa más grande algo separada del resto perfecta para un grupo un poco más grande que quieran sentirse en la intimidad del salón de su casa.
Es un buen rincón para una cena tranquila, con tu pareja o en petit comité, el local es pequeñito e invita a pasar un buen rato relajándose y disfrutando de una buena conversación. Al final del local hay una pequeña sala contigua con una mesa más grande algo separada del resto perfecta para un grupo un poco más grande que quieran sentirse en la intimidad del salón de su casa.
Los responsables del proyecto;
Manu Marín y Clara Aracil cuentan que esta apertura ha supuesto un punto y
aparte en sus vidas, que ha sacado lo mejor de ellos y el resultado salta a la
vista, y es que al entrar te envuelve un aura de frescura, simpatía y buen
rollo gracias al ambiente luminoso y los mensajes llenos de humor y simpatía
que aparecen escritos por todo el espacio (haciendo siempre alusión a la
importancia de la buena comida en nuestra sociedad con mensajes como: “Come y
bebe que la vida es breve”)
Sus platos no son pretenciosos, se trata de elaborar platos
sencillos pero siempre con productos de la máxima calidad. Y esto, por
supuesto, se refleja en unos precios bastante ajustados (cosa que se agradece
en estos tiempos que corren…). De Martes a Viernes podréis encontrar un menú de
mediodía, pero si preferís elegir a vuestro aire, lo ideal es coger algo de
picoteo para empezar y después hacer un segundo por persona. Nosotras elegimos
3 platitos; el pincho de Berenjenas con miel de caña (eran como patatas fritas,
crujientes pero con un contraste sorprendente entre dulce y salado, ¡muy
recomendable!), los langostinos crujientes con salsa de soja y una deliciosa
ensalada que combinaba queso de cabra con frambuesas (como podréis apreciar en
las fotos, ¡la presentación se merece un 10!)
Como segundos; arroz cremoso con erizo de mar, tataki de atún
acompañado de mandarina (de nuevo, una combinación que nunca habíamos probado y
nos encantó) y pescado de lonja con verduritas.
Evidentemente, no nos pudimos resistir a la parte más dulce
de la carta :) ¿Nuestra elección? La Magia de Chocolate, un auténtico
placer para los sentidos.
¡ESPERAMOS QUE LO DISFRUTÉIS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario